Lo que sabía y no sabía en el aprender a aprender por competencias

 

Cuando me topé por primera vez con este enfoque de enseñanza, solo tenía un conocimiento básico sobre las competencias educativas. Aunque había sido introducido a este concepto en el segundo semestre durante la clase de "Contabilidad Gerencial" con el Dr. Ricardo Maglioni Montalvo, no lograba comprender completamente el modelo de "Aprender a aprender".

 

En mi segunda experiencia con el Portafolio de Evidencia Virtual (PEV), ya en sexto semestre y con un conocimiento más sólido en mercadotecnia, el mayor desafío fue adaptarme por completo a este modelo de aprendizaje. La profesora Minerva Camacho Javier me guió en comprender la importancia de citar respetando la autoría y evitar el plagio, además de profundizar en el concepto de "Aprender a aprender". Lo más destacado de este enfoque es su promoción del autodidactismo, una habilidad que considero invaluable en la vida.

 

Mi aprendizaje áulico y virtual 

 

La experiencia de aprendizaje en el aula fue dinámica y enriquecedora. Trabajar en equipo me permitió aprender colaborar de manera efectiva para lograr objetivos comunes. El apoyo del grupo facilitó la resolución de problemas y fomentó un ambiente de ayuda mutua. Cada miembro aportó sus fortalezas, lo que nos permitió desarrollar proyectos más completos y bien fundamentados.

 

Salir a la calle para recabar información fue una de las actividades más emocionantes y educativas. Entrevistar a personas y observar situaciones reales nos dio una perspectiva práctica que complementó perfectamente la teoría aprendida en clase. Estas salidas nos enseñaron a manejar datos en contextos reales y a desarrollar habilidades de comunicación y análisis. Cada interacción en el campo fue una oportunidad para entender mejor las necesidades del mercado y las dinámicas empresariales.

 

Reunirnos con empresarios fue otra experiencia clave en nuestro aprendizaje. Estas reuniones nos brindaron una visión directa de los desafíos y oportunidades que enfrentan los negocios hoy en día. Tuvimos la oportunidad de presentar nuestras ideas, recibir críticas constructivas y aprender de la experiencia de quienes ya han recorrido el camino del emprendimiento. Estas interacciones no solo enriquecieron nuestro conocimiento teórico, sino que también nos inspiraron a pensar de manera innovadora y práctica.

 

La retroalimentación constante de la maestra fue esencial para mi desarrollo. Sus observaciones y sugerencias nos ayudaron a mejorar continuamente nuestros proyectos y a entender mejor los conceptos que estábamos aplicando. La maestra no solo corregía nuestros errores, sino que también destacaba nuestras fortalezas, lo que nos motivaba a seguir esforzándonos. Este ciclo de retroalimentación fue fundamental para consolidar nuestro aprendizaje y para prepararnos mejor para futuros desafíos profesionales.

 

Competencias desarrolladas 

 

Aprender con el modelo de competencias y el enfoque de "aprender a aprender" fue una experiencia totalmente distinta y muy enriquecedora. En vez de solo memorizar datos, la meta era desarrollar habilidades prácticas que pudiera usar en la vida real. Cada proyecto y actividad estaban diseñados para ayudarme a mejorar en áreas específicas como el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la comunicación. Esto me permitió ver cómo lo que estaba aprendiendo tenía una aplicación directa en mi vida y en mi futura carrera.

 

El aprendizaje por competencias me obligó a ser más proactivo. En lugar de esperar que el profesor me dijera exactamente qué hacer, tenía que investigar, explorar y descubrir por mí mismo las mejores maneras de resolver problemas y llevar a cabo proyectos. Esto no solo mejoró mi capacidad para trabajar de manera independiente, sino que también me dio más confianza en mi habilidad para aprender y adaptarme.

El enfoque de "aprender a aprender" fue clave en todo esto. Me enseñó a ser autodidacta, a gestionar mi propio aprendizaje y a desarrollar estrategias para adquirir y aplicar nuevos conocimientos. 

Este enfoque me animó a cuestionar, investigar y reflexionar sobre lo que estaba aprendiendo, haciendo que mi aprendizaje fuera más profundo y significativo. Aprendí a identificar mis propias necesidades educativas, a buscar recursos y a evaluar mi progreso de manera continua.

Además, "aprender a aprender" me ayudó a desarrollar una mentalidad de crecimiento. Entendí que aprender es un proceso continuo y que los errores y desafíos son oportunidades para mejorar y crecer. Esta perspectiva fue especialmente valiosa en el entorno dinámico del aprendizaje por competencias, donde adaptarse y evolucionar son habilidades esenciales.

 

Lo aprendido y lo que falta por seguir mejorando en mi propio proceso de aprendizaje

 

En mi proceso de aprendizaje, he adquirido habilidades prácticas como el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la comunicación efectiva, gracias al enfoque de aprendizaje por competencias y "aprender a aprender". Sin embargo, reconozco que aún tengo espacio para mejorar en la gestión del tiempo, la organización y la profundización en temas específicos. Estoy comprometido a seguir desarrollándome en estas áreas para alcanzar mi máximo potencial como estudiante autónomo y eficiente, próximo trabajador.

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